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Cambiar los neumáticos de tu coche es un asunto más serio de lo que parece a primera vista, y hay que tener en cuenta varios factores. ¡Vamos a desentrañar algunos de ellos y entender que no siempre es tan fácil como «a mayor precio, mejor calidad»! Las condiciones de conducción pueden ser como un parque de diversiones.

Antes de sumergirnos en el tema, recordemos lo evidente: los neumáticos son como los zapatos de tu vehículo, la conexión directa con la carretera, así que la seguridad es la regla número uno.

Primero, aclaremos por qué decides hacer el cambio de gomas. Puede ser que busques un rendimiento diferente, que se adapte a tu estilo de conducción o simplemente que las actuales estén más gastadas que los chistes del abuelo y sea hora de jubilarlas.

En este último caso, si no quieres volverte loco buscando algo radicalmente diferente, puedes echar un ojo a los diferentes neumáticos recomendados para tu automóvil, aunque no sean los originales, pero que tienen el visto bueno de la marca.

Cómo Elegir el Neumático Correcto

Ahora, una vez que decides darle una nueva vida a tus llantas, toca conocer las medidas de tus gomas. Puedes sacar estos números de las antiguas o de la ficha técnica del vehículo. Apunta: ancho en milímetros, altura, diámetro, estructura y código de velocidad. Recuerda que los neumáticos pueden ser diferentes siempre y cuando los del mismo eje sean como gemelos idénticos.

Otro tema importante es el clima en el que tus ruedas van a hacer de las suyas la mayor parte del tiempo. Para el conductor promedio, olvídate de tener un juego para el verano y otro para el invierno. Lo más normal es tirar por un neumático mixto. Además del clima, piensa en la superficie por donde te paseas. Los neumáticos de baja resistencia a la rodadura son los más molones para la ciudad, menos gases y menos sedientos de combustible. En cambio, los de alto rendimiento son como los superhéroes de la carretera, ideales para autopistas o carreteras secundarias.

Tu estilo de conducción también es una pieza clave. Si eres un conductor con espíritu deportivo, querrás unas gomas con buen agarre y que respondan a las curvas como un bailarín de salsa, sobre todo si te toca lidiar con piso mojado y quieres evitar resbalones. Ah, y es vital que las llantas tengan un desgaste inteligente para que duren más. Ahora, si eres más del tipo «tranquilo», puedes sacrificar algunas prestaciones (siempre cuidando la seguridad) para reducir el consumo y el desgaste, eligiendo unas ruedas más equilibradas.

Una Marca para Cada Bolsillo

Por último, el presupuesto con el que cuentas va a influir bastante en tu elección. Así que aquí van algunas pistas para sacarle el máximo jugo a tu dinero. Si eres el Bill Gates de los conductores, puedes darte el lujo de escoger entre las marcas top en calidad e innovación, como Bridgestone, Michelin, Goodyear, Pirelli o Continental. Si andas con el presupuesto más ajustado, marcas como Goodrich, Firestone, Falken, Nexen o Yokohama ofrecen una buena relación calidad-precio con buenas prestaciones.

En el siguiente escalón, encuentras a los fabricantes emergentes que ofrecen productos para presupuestos más ajustados. No pienses que porque son más baratos, son malos. Simplemente, sacrifican algunas cosas que tal vez no necesitas. Además, muchos de estos neumáticos son como los primos lejanos de las marcas top. Por ejemplo, Kleber y Kormoran tienen un poquito de la magia de Michelin, y Mabor es algo así como el hermano pequeño de Continental. Otras marcas que puedes tener en cuenta son Achilles, Silverstone o Viking.

Con estos datos en mente, esperamos que la elección de tus neumáticos sea un paseo en parque de diversiones. ¡Buena suerte en la selección y que tus ruedas te lleven a muchos lugares divertidos!